Apóstol Santiago el Mayor
Óleo sobre lienzo, 135 x 89 cm., del artista Guido Reni, años 1618 - 1623 (Sala 004 del museo Nacional del Prado)La obra representa a Santiago el Mayor, hermano de san Juan, uno de los apóstoles más cercanos a Cristo, que fue testigo de la Transfiguración de Jesús en el monte Tabor, le acompañó durante la Oración en el Huerto y estuvo presente en el Prendimiento. La figura del santo se representa de más de medio cuerpo y vestida con una túnica verde y un manto amarillo y forma parte de una fecunda tradición de pinturas y grabados de apóstoles que, de manera independiente o formando parte de apostolados, buscaban potenciar el papel intercesor de los santos entre Dios y los fieles, siguiendo las consignas de la Contrarreforma. Santiago dirige su mirada al cielo y con las manos unidas implora la intercesión divina. La pintura no incorpora complejos atributos iconográficos y el santo se identifica únicamente por el bordón de peregrino, que hace referencia a sus viajes evangelizadores. Según la tradición, el apóstol viajó a España y, aunque volvió a Jerusalén, donde fue martirizado, su cuerpo fue enterrado, siglos después, en Compostela , en el noroeste de España, donde en torno a su tumba se creó el segundo centro más importante de peregrinación cristiana de Europa después de Roma. Aunque fue ya tenida como obra segura de Reni por Bernard Berenson y Hermann Voss, según se recoge en la documentación conservada en el archivo del Museo del Prado, no fue publicada como tal hasta 1955, cuando Cesare Gnudi y Gian Carlo Cavalli, no sólo demostraron su carácter autógrafo, sino que también resaltaron su excelente calidad técnica. Guido Reni, que fue discípulo de los Carracci, se convirtió tras la muerte de éstos en el máximo exponente de la escuela boloñesa y en una figura clave en la proyección del barroco tanto dentro como fuera de Italia. Esta obra es buen ejemplo de cómo el artista consigue aunar el naturalismo caravaggiesco y la monumentalidad de los Carraci y muestra sus excelentes dotes como colorista y dibujante. Sus figuras idealizadas a la vez que realistas, que demuestran tanto el estudio del natural como su conocimiento del arte antiguo y de Rafael, logran hacer que sus obras resulten psicológica y emocionalmente cercanas al espectador. El Museo del Prado, entre otras obras de Reni, posee otros dos apóstoles, un san Pedro y un san Pablo, de menores dimensiones y formato ovalado, que parecen relacionados entre sí pero no con esta pintura. En el Museo de Bellas Artes de Houston se conserva otra versión de esta obra del mismo tamaño y formato, aunque seguramente posterior, y que presenta sólo ligeras diferencias, como la posición del bastón de peregrino.
Esta obra formó parte de la colección de Isabel de Farnesio, hija de Eduardo II, príncipe heredero del ducado de Parma, y una gran amante de las artes. En 1714 se convirtió en la segunda esposa de Felipe V y llevó consigo a España una nutrida colección de obras de arte -entre las que seguramente estaría esta pintura- y cuyo número iría aumentando a lo largo de los años por adquisiciones, regalos y herencias. El cuadro del Prado se instaló en el palacio de La Granja de San Ildefonso, sitio real mandado construir por Felipe V. Con posterioridad a 1774, formando ya parte de la Colección Real, pasó al palacio de Aranjuez, en cuya pieza del oratorio se registra en 1794. En 1814 estaba en el cuarto del infante don Francisco en el Palacio Real de Madrid, de donde fue trasladada al Museo del Prado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario